miércoles, 11 de mayo de 2011

Aquella Esquina Emblematica de Tocopilla *una breve reseña historica del Club de la Union*

Esa emblemática esquina ya no estará más ahí, ese imponente edificio tan antiguo en donde vivió el ex alcalde Casimiro Busanich Budinich y que perteneció por muchos años a Budinich Hnos., en donde actualmente vivia el ex gobernador y ex alcalde de Tocopilla Alfredo Castillo, ubicado en la otrora calle principal de Tocopilla (llamada Tocopilla) (Actualmente Prat) con Baquedano (llamada Caracoles) y que antiguamente funcionó ahí el Almacen "La Paloma" y mucho después La "Bodega Lautaro" y que de alguna forma daba la cara por el patrimonio histórico tocopillano ya nadie lo podrá admirar, porque no existe, fue devorado por las llamas junto a las viviendas que lo rodeaban incluido el Club de la Unión otro edificio emblemático y de los antiguos ya que fué fundado en el año 1897 por el Gobernador Eugenio Orrego Ovalle, quien citó a una reunión preparatoria que se llevó a efecto en la Secretaría de la Gobernación y a la cual asistieron destacados y prominentes vecinos.
Asistieron a esta reunión, además del gobernador, Enrique B. Sloman, Joaquín Elizalde, Mariano Cofré, Adolfo Aránguiz, Max Adelsdorder, Máximo Latrille, Carlos Carne, Manuel Fraile, Luis Lacalle y Francisco Basterrica. Aprobada la idea por unanimidad, se procedió al nombramiento de comisiones, con el objeto de ir a una mejor organización y funcionamiento de la proyectada institución.
Se eligió una directiva provisoria que le diera al grupo el grado de organización inicial y encaminara el trabajo orientado a un ordenamiento definitivo, quedando designada en la siguiente forma:
Presidente : Enrique B. Sloman
V.Presidente : Eduardo Orrego Ovalle
Secretario : Francisco Basterrica
Tesorero : Mariano Cofré
El 18 de septiembre del mismo año, en una reunión celebrada en el ex cuartel de la Policia, de propiedad de Carlos Carne, se constituyó en forma definitiva el Club de la Unión de Tocopilla, confirmándose en sus cargos a la directiva provisoria y eligiendo además a Carlos Werner como Bibliotecario. Como Socios fundadores quedaron registrados los siguientes Nombres:
Eduardo Orrego Ovalle: Gobernador del Departamento.
Enrique B. Sloman: Industrial salitrero.
Carlos Warner: Comerciante y representante de Folsch y Martín.
Joaquín Elizalde: Abogado y Juez de Letras.
Mariano Cofré: Administrador de Aduana.
Roberto Stirling: Ingeniero y Gerente de la Anglo Chilean.
Guillermo E. Williams: Propietario del establecimiento "Bellavista".
H.D. Ellis: Ingeniero de la Anglo Chilean.
Máximo Latrille: Ingeniero.
Max Adelsdorfer: Empleado de casa H.B. Sloman.
Francisco Basterrica: Abogado y Promotor Fiscal.
Víctor Alzárreca: Médico de ciudad y del Hospital.
Luis y Antonio Lacalle: Comerciantes e industriales salitreros.
Hans Piderit: Administrador de la oficina "Buena Esperanza".
Manuel Dastres: Empleado ejecutivo de la misma oficina.
Fortunato Pinto: Administrador de la oficina "Santa Isabel".
H. Whinemp: Administrador de la oficina "Peregrina".
Juan Braulien: Empleado de la oficina "Buena Esperanza".
J.K. Child: Empleado de la oficina "Santa Isabel".
Adolfo Aránguiz: Administrador del Correo.
Eduardo Rosa: Gerente de Aduana.
Eduardo Silva Basterrica: Oficial del Registro Civil.
Luis Astorga Pradel: Notario y Conservador de Bienes.
Manuel Fraile: Administrador del Hospital.
Samuel Lean: Comerciante y Minero.
Guillermo E. Carne: Comerciante y Minero.
Guillermo Y. Lean: Comerciante y Minero.
Victoriano Martínez: Comerciante.
Guillermo Schroeder: Empleado de la Casa Sloman y Cia.
Héctor Gerli: Comerciante.
Santiago Buddle: Empleado de la Anglo Chilean.
Guillermo Ruster: Empleado de la Casa Sloman y Cia.
Enrique Lawrwence: Empleado de la Anglo Chilean.

Esta institución exclusiva, formada mayoritariamente por miembros prominentes de las colonias inglesa y alemana y por altos funcionarios públicos chilenos, cuidó celosamente el ingreso de sus socios para mantener un círculo de élite en la ciudad, pero su rigidez fue desapareciendo a través del tiempo, a medida que los extranjeros perdían importancia directiva en las industrias del puerto, al cierre de las oficinas salitreras del Toco y como consecuencia de la democratización de las costumbres, pudiendo finalmente ingresar a la institución cualquiera que tuviera buenas costumbres y deseara hacer vida de Club, en los hasta ayer exclusivos y elegantes salones del que fuera el lugar más conspicuo de la ciudad de Tocopilla.
Este es nuestro pequeño homenaje para aquellas construcciones tocopillanas que se han perdido para siempre consumidas por el fuego que aquella noche de mayo no tuvo compasión alguna con ellas.
(Extracto: Historia de Tocopilla de Juan Collao Cerda, Fotografias: Archivo de Tocopillantiguo)