martes, 28 de septiembre de 2010

El Esparcimiento en Tocopilla entre 1884-1886

Tocopilla, pueblo de vida triste, sin esparcimientos sanos de ninguna naturaleza, por aquellos caprichos del destino, había nacido sin contar con una plaza pública donde la gente pudiera solazarse y reunirse para satisfacer la humana necesidad de compartir con otra gente, o detenerse a descansar y recrearse, como ocurría en otros lugares del país.
Por aquellos años, solo la aparición de pequeños empresarios que recorrían el Norte de Chile, ofreciendo espectáculos públicos diversos, venía a romper la monotonía y espereza de la vida diaria.
Estas representaciones eran esperadas con ansiedad por los habitantes, deseosos de disfrutar momentos agradables a cambio de unas pocas monedas.
Entre 1884-1886 habían aparecido en Tocopilla diversos espectáculos que se presentaban en el Teatro de calle Caracoles (Baquedano), en los que participaban el organizador y algún ayudante contratado o bien acompañado de su esposa o de su "partner".
Cada cierto tiempo un enjambre de niños acompañaban al empresario por las calles de la ciudad, el que premunido de una bocina anunciaba el espectáculo, indicando el día, la hora y el lugar de la función, aparte de los precios que tenían las entradas. Y aunque parezca curioso el anuncio del local, era muy importante porque además del Teatro de la calle Caracoles, las presentaciones también se realizaban en casas particulares del puerto, siendo la más solicitada, por razones de espacio y economía, la casa de Octavio Ceballos ubicada en la calle Prat esquina de Baquedano.
Los espectáculos presentados por Federico Bravo y por otros empresarios, eran demostraciones de acrobacia que asombraban con sus ejercicios complicados y vistosos, números que después fueron incorporados a los circos. Formaban parte también del programa bailes sobre cuerdas o alambres y ejercicios de equilibrio realizados a cierta altura del suelo a los que se agregaban números de malabares.
El éxito de estas funciones era tal, que el Gobernador Daniel Novoa se vio obligado a reglamentarlas por medio de resoluciones, como esta que encontramos en los archivos de la Gobernación de Tocopilla, de fecha 7 de junio de 1884:
"Concede permiso a Federico Bravo, para que pueda dar cuatro funciones de Acrobacia en este puerto, en cualquier día de la semana entrante, bajo las siguientes exigencias:
-Depositar en Tesorería Municipal la suma de $16.000.
-Disponer en el teatro o en cualquier lugar de exhibición el palco o los lugares convenientes, con sus respectivas entradas para la autoridad, Secretario, cuerpo de Alcaldes, Tesorero, Director de Obras Públicas y Comandante de la Policía, sin remuneración alguna.
-Las funciones deben empezar a las 8 y media.
-El servicio de Policía deberá concurrir para mantener el buen orden."

Un dia como hoy, nace Tocopillantiguo, con la finalidad de dar a conocer antiguas informaciones y fotografias sobre la ciudad de Tocopilla, hace un año este proyecto vió la luz y pienso que estará disponible por un buen tiempo en la red, mañana Tocopilla cumple un año más y mi pequeño homenaje va en este artículo, resumido de la Historia de Tocopilla de Juan Collao C.