sábado, 3 de octubre de 2009

El Progreso de Tocopilla está en su camino costero a Iquique

Desde hace años los iquiqueños y tocopillanos no han podido ver cristalizado un antiguo anhelo, como es la construcción del camino costero entre ambas ciudades, cuyos estudios actualmente se encuentran listos, pero deben ser sometidos a nuevos presupuestos.
Esta obra de gran envergadura, pero factible de ejecutarla, permitiría aumentar la economía de las dos ciudades que cuando estuvieron en su apogeo, fueron los motores generadores de divisas para el país y que ahora se desenvuelven gracias al sacrificio y empuje de sus hijos, sin la mínima preocupación de las autoridades gubernamentales.
El progreso de Iquique y Tocopilla depende exclusivamente de su camino costero, su construcción permitiría el establecimiento de nuevas industrias pesqueras en el amplio y rico litoral comprendido entre las dos ciudades, si se considera que existe una abundancia extraordinaria de especies marinas, entre ellas el tollo, que podría ser industrializado y la Corvina y Cojinova que servirían de materia prima para el funcionamiento de plantas ahumadoras de pescado.
Por otra parte, el marisco se encuentra en gran cantidad, existiendo bancos de este producto en las diversas playas ubicadas entre Iquique y Tocopilla.
Asimismo la producción de guano sería otra fuente de trabajo para tocopillanos e iquiqueños, cuya explotación racional permitiría la creación de plantaciones, especialmente en una planicie situada en la desembocadura del Rio Loa, donde tiempo atrás el señor Carlos Vatier cultivó berenjenas que su gran tamaño causaban asombro entre las personas entendidas en la agricultura.
Arqueología de la zona: La existencia de numerosos cementerios de Changos constituyen una zona rica en arqueología que no ha sido explorada con dedicación y que una vez se intentó con resultados positivos, ya que los aficionados a la arqueología hallaron muñecas talladas en madera, ruedas de piedra y otros objetos de gran valor.
El camino recto de Tocopilla a Iquique tiene una longitud aproximada de 200 kilómetros, 600 metros y la distancia en horas, entre ambas ciudades quedaría reducida a tres, para los vehículos de transporte rural. A continuación damos a conocer una descripción aproximadamente del kilometraje por tramos y las condiciones del terreno: de Tocopilla a la quebrada de Mamiya, denominada paso malo, hay 15 kilómetros, de los cuales 7 ú 8 desde la salida de esta ciudad, hasta el lugar denominado La Piedra del Paragua, se encuentran transitables; de Mamiya a Punta Paquica hay 8 kilómetros. Este último lugar es considerado el paso más difícil para la construcción del camino. De Punta Paquica a Urco, 16,5 kilómetros, terreno plano y no presenta dificultades para la obra; de Urco a Punta Arenas, 14,5 kilómetros, terreno parejo; de Punta Arenas a Punta Huachán, 10,800 kilómetros, en este tramo hay una lobera y la consistencia del terreno es arenosa en una distancia de cuatro kilómetros; de Huachán a Rio Loa 14 kilómetros transitables y de Rio Loa a Huanillos 25,200 kilometros, desde este último punto a Iquique hay aproximadamente 100 kilómetros que se encuentran en condiciones de ser transitados.
Que va a pasar con el Turismo: Sin duda que la construcción del camino costero incrementaría el turismo en esta zona, puesto que son numerosas las playas de una extraordinaria belleza que no son conocidas ni por los mismos iquiqueños y tocopillanos, como por ejemplo la denominada Punta Arenas, ubicada a 50 kilómetros de Tocopilla. Por otra parte el Rio Loa constituiría la atracción turística de mayor importancia de la Zona Norte, dado los recursos naturales que lo forman y la presencia en sus aguas de los apetecidos Camarones. (1967)

Detalle de la foto: Punta Paquica situada a 23 kilómetros al Norte de Tocopilla, que ha sido considerado el tramo más difícil para la construcción del camino costero, pero que, según ingenieros que han practicado observaciones técnicas del terreno desde el aire, la obra es factible de ejecutarse. La distancia en horas entre Tocopilla e Iquique quedaría reducida a tres horas, para los vehículos de transporte rural.