jueves, 7 de enero de 2010

Un Perro Cazo un Guanaco en Quebrada de Michilla

Los tocopillanos tienen conocimiento de que en La Quebrada de Michilla y sectores adyacentes existen, desde hace muchos años, guanacos. Sin embargo, esta especie se ha ido extinguiendo tanto que la Dirección de Pesca y Caza, de acuerdo con las atribuciones legales, ha prohibido su caza que en otros tiempos fue el deporte favorito de la juventud de esta región.
Es así, que de tarde en tarde se encuentran uno que otro Guanaco, que en caso de ser cazado generalmente es ofrecido en venta a terceros y a buen precio.
"EL GUANACO DE DON PEDRO"
Junto al establecimiento de Michilla, que fué en otra época un próspero lugar, hay una fonda que sirve para proporcionar alimentos a los choferes de los camiones que hacen el viaje entre Antofagasta y Tocopilla y también a los pasajeros de Automóviles y góndolas de los distintos servicios Particulares.
Propietario de esta fonda es el señor Pedro Rojo, quien vive allí y atiende el negocio en compañía de sus hijos Santiago y Maria. Santiago es además pescador, actividad a la que se dedica de lleno y al parecer, con buenos resultados.
Don Pedro Rojo recorre con frecuencia los cerros de las vecindades y particularmente la Quebrada de Michilla. Hace más o menos cuatro meses hizo una excursión a ese punto en compañía de su perro "Curulú". A las 10 de la mañana, Rojo llegó con su perro a la Quebrada de Michilla. "Curulú" desapareció repentinamente y Rojo no volvió a saber de él sino al cabo de una hora. Cuando por sus ladridos llegó hasta una cuesta donde divisó a su perro que mordía a un Guanaco. La primera actitud suya fué de sorpresa al observar que un perro relativamente pequeño como "Curulú" atacara a un Guanaco que, indeciso y atemorizado, no atinaba a huir. Fué así como Rojo aprisionó al Guanaco y sujeto con un cordel, lo llevó a su fonda.
Se explica la existencia de guanacos, aunque en número insignificante, en la Quebrada de Michilla. Debido a la abundancia de pasto silvestre, además, hay por ese sector varios pozos en los que el agua es abundante y donde van los guanacos a calmar su sed.
EN UN GALLINERO
Don Pedro Rojo no le ha puesto nombre a este guanaco, que es hembra, pero si le ha construído un "Gallinero", donde pasa sus dias este animal montaraz, ahora completamente domesticado.
"El Guanaco de Don Pedro", como lo conocen los viajeros, es manso, pero al acercársele desconocidos manifiesta cierta inquietud que no es otra cosa que un invencible temor a que se le ocasione daño. Actualmente don Pedro lo alimenta de pasto y restos de comida. Acusaba buena salud y hasta ahora es absolutamente pacífico, pues no ha competido en menor desaguisado.
Muchas personas le han propuesto a don Pedro Rojo comprarle el animal, pero tanto él como sus hijos rehusan venderlo, pues se han encariñado con él que es además un verdadero camarada del Perro "Curulú", que a todo esto, lo cazó.
Muchos viajeros han ofrecido sumas algo importantes por este guanaco y algunos le han insinuado que lo venda al Zoológico de Santiago, pero don Pedro continúa firme en su resolución de guardarlo en su casa.
Por otra parte según hemos observado, este guanaco es una verdadera atracción, pues cuanta persona pasa por Michilla se detiene a contemplarlo. Ha habido varias que han hecho un viaje especial a ese lugar únicamente para conocer a este popular animalito. (1948)